Para estos tiempos de intolerancia

La definición misma de “tolerancia” nos llama a ser tolerantes con todos, aún con aquellos que son abiertamente intolerantes. Esto se debe a que la tolerancia es una manifestación positiva de la justicia, pues donde no existe la tolerancia, la justicia evidentemente no se encuentra presente.

La justicia es un valor determinado por el conjunto de la sociedad para “garantizar el bien común”, y por lo tanto, al tratar de teorizar sobre la justicia, lo que la sociedad hace es tratar de establecer límites definidos de aquello que considera “bueno” o “malo” para sus ciudadanos.

Esto contrasta con la posición cristiana que considera que el fin principal del hombre (y de su conjunto) es glorificar a Dios, por lo que los limites de la justicia están dados por todo aquello que cumple o no con tal propósito fundamental. Para los cristianos, el “bien común” es solo alcanzable en la medida que “la gloria de Dios” sea activamente perseguida.

El mejor regalo para vos

Para nosotros los creyentes, la Navidad siempre llega con el regalo más importante de todos: ¡Jesucristo!

La Biblia nos dice en Juan 3:16: "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna."

El regalo de Dios es este: Dios se hizo hombre en Jesús, quien a pesar de vivir una vida perfecta y sin pecado, se entregó a la voluntad de Dios Padre para morir en la Cruz por nuestra salvación.

De esta forma, la Navidad así como la Cruz, nos traen ambas la promesa de una vida eterna, por lo que nuestro horizonte futuro ya no está limitado por la muerte, sino que se extiende en el tiempo hacia la eternidad y nos da un sentido de trascendencia.

¡No nos olvidemos de anunciar!

La iglesia cristiana tiene un rol profético que se define por su capacidad de denunciar y anunciar. La iglesia debe ser libre para denunciar la injusticia y todo aquello que se opone a los valores del reino de Dios, pero a la vez, y como condición necesaria, también debe anunciar. El anuncio de la iglesia son las buenas nuevas de salvación. El anuncio debe siempre acompañar la denuncia. El profeta Miqueas es un buen ejemplo de esto.

El carácter profético de la iglesia se perfecciona en la revelación bíblica, y al denunciar y anunciar, quiere hacer renacer la esperanza pues un futuro de intimidad con Dios es siempre posible. Miqueas 7.9 dice “Entonces me sacará a la luz y gozaré de su salvación.”

De misas y cultos

En un país católico como el nuestro, es muy común escuchar hablar de “misa” al referirse a nuestros cultos. Escuchamos que “la misa estuvo buenísisma”, “que la misa fue muy larga”, o que “venir a misa les hace bien”.

Nuestra respuesta, como cristianos evangélicos, es siempre la misma: ¡no se dice misa! ¿Pero acaso sabemos realmente porqué decimos esto? La respuesta es muy interesante.

Un sueño para mí

“El protestantismo es un sueño para mí.
Lo amo porque cuando soy poseído por sus símbolos,
siento que mi cuerpo se hace más ligero y casi vuela.
Amo el recelo calvinista hacia todas las formas de idolatría.
Amo el cuidado calvinista por la creación de Dios.
Amo, además, la belleza de la soledad profética …
Si el protestantismo aún es joven.
Si aún tiene el poder de seducir.
Si es tan fuerte como para poseer cuerpos y hacerlos bailar, volar y luchar.
Todo depende de su poder para hacer que otras religiones y tradiciones sueñen.
Tal vez no se conviertan al protestantismo, pero es seguro que se volverán más ligeras”.

por Rubem Alves (Teólogo brasilero, 1933- , citado por D. Riorda en Prensa Ecuménica 27/03/09)

Notas históricas sobre la teología de los presbiterianos

Los presbiterianos reconocemos en Juan Calvino (1509-1564) al hombre que logró promover una verdadera teología de la palabra de Dios, ya que según el reformador ginebrino, únicamente en la Biblia, y a través de la operación del Espíritu Santo, encontramos el verdadero conocimiento de Dios. Asimismo, sólo cuando tomamos conciencia y nos enfrentamos ante la suprema majestad y santidad de Dios, es que somos capaces de reconocer quienes realmente somos.

Presbiterianismo primigenio

Los mártires Patrick Hamilton (1504-1528) y George Wishart (1513-1546) marcaron el comienzo del protestantismo en Escocia, al promover las doctrinas de Martín Lutero (1483-1546) entre un pueblo sufriente disconforme con la iglesia romana, corrupta y sin posibilidades reales de recuperación.

La “nueva religión”, como así la llamaban, atrajo el interés de los nobles, quienes en 1557 convinieron en sellar un pacto para defender a los protestantes de los ataques de la iglesia romana. Tras esta declaración histórica, y en medio de un vacio de poder, comenzó a predicar la reforma Juan Knox (1510-1572), quien recién llegado de Ginebra trajo consigo la semilla del “orden presbiteriano” expresado en la Institución de la Religión Cristiana de su maestro Juan Calvino (1509-1564). Knox predicó con tanta fuerza y vehemencia, que el pueblo se rebeló y presionó al Parlamento escocés a adoptar la “nueva religión” como religión oficial en 1560. Este fue el comienzo de nuestra iglesia presbiteriana.

Familia, ¿donde estás?

Nuestra familia, y también la familia de la fe, tal como Dios las concibió, debe incluir solidariamente a todos aquellos hombres y mujeres que no ven cumplidas sus expectativas familiares o sus deseos de maternidad y paternidad.

¿Sabías que del 10 al 15% de las parejas en nuestro país tienen dificultades para concebir a sus hijos o hijas y que, por lo tanto, a tu alrededor hay matrimonios que ansían de todo corazón poder lograrlo y no pueden?

¡No te dejes patotear!

(Este artículo fue escrito para la revista 180 Grados que se distribuye entre jóvenes cristianos del Partido de la Matanza, en el conurbano de Buenos Aires. Su intención es presentar en forma clara uno de los temas más importantes de la teología puritana y reformada).

Jesús vino para liberarnos y no para hacernos esclavos (Gá. 5:1). Jesús estableció su señorío en un reino de libertad para todos nosotros: hombres, mujeres, jóvenes y niños.

La única ley dentro de ese reino de libertad es el amor que le debemos a Dios y a todos los seres humanos (Mt. 22:37ss). De esta forma somos liberados de cualquier otra ley y mandamiento inventado por los hombres, pues Dios nos dice en su Palabra que él es el único Señor de la conciencia. Solo Dios escribe su ley y la imprime en nuestra mente (Stg. 4.12).

Un buen libro se busca

Muchas personas, especialmente nuevos creyentes, me han comentado que les interesaría armar una biblioteca personal de libros cristianos. Desean invertir en buenos libros, pero ante una oferta escasa, y a veces confusa, les resulta imposbile saber por dónde comenzar. Encontrar un buen libro, y a buen precio, no es tarea fácil, así que aquí les comparto algunas interesantes alternativas en Buenos Aires:

Librerías cristianas: En Buenos Aires coexisten dos grandes librerías cristianas: Librería Certeza (Bernardo de Irigoyen 654, Buenos Aires, Tel. (011) 4334-8278, Email capital@libreriascerteza.com) y Librería Peniel (Boedo 25, Buenos Aires, Tel. (11) 4981-6178, Email penielar@peniel.com). Ellos ofrecen libros nuevos publicados por diversas editoriales nacionales y extranjeras. Ambas también publican libros con su propio sello editorial. En este aspecto resulta interesante lo que publica Librería Certeza, pues tiene muchas traducciones de libros originalmente publicados por InterVarsity Press, como por ejemplo los escritos por el teólogo John Stott.
Otra alternativa interesante es visitar la Librería de FAIE Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (Av. José María Moreno 873, Buenos Aires, Tel. (011) 4922-5356, Email secretaria@faie.org.ar). Ellos venden libros de la antigua editorial La Aurora.

Calvino y la misión al Brasil

(Artículo publicado en la Revista de la IPSA, Buenos Aires, Julio de 2009)

Este año celebramos los 500 años del nacimiento de Juan Calvino, y puede resultar interesante explorar un aspecto poco recordado del gran reformador ginebrino: las misiones.

Son bien conocidos los esfuerzos misioneros de Calvino por promover el verdadero Evangelio en el continente europeo. Tan solo en Francia, sus esfuerzos a través de la Academia de Ginebra contribuyeron a que se abrieran más de dos mil iglesias en un muy corto tiempo.

Juan Calvino - ¡500 años!

"Mientras no miramos más allá de las cosas terrenales, nos sentimos satisfechos con nuestra propia justicia, sabiduría y virtud, nos sentimos muy ufanos y hacemos tanto caso de nosotros que pensamos que somos semi-dioses. Pero al comenzar a poner nuestro pensamiento en Dios y reflexionar en cómo y cuán exquisita es la perfección de su justicia, sabiduría y virtud a la cual nosotros nos vemos obligados a estar conformados, lo que antes con un falso pretexto de justicia nos contentaba en gran manera, luego lo abominaremos como una gran maldad; lo que en gran manera, por su aparente sabiduría, nos ilusionaba, nos repugnará como una extrema locura; y lo que nos parecía virtud, se descubrirá qué es una miserable debilidad. Veis, pues, como lo que parece perfectísimo en nosotros mismos, en manera alguna tiene que ver con la perfección divina."

Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, 1.1.2

Nostalgia del frente (fragmento)

por Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955)

He subido, al atardecer, a la colina desde la que se ve el sector del frente que acabamos de abandonar y adon­de volveremos, quizá, muy pronto. Ante mí, más allá de las praderas veladas por la bruma naciente, donde las curvas del Aisne dibujan unas manchas lechosas, se des­taca neta como una cuchilla, sobre el poniente dorado salpicado de cometas, la cresta desnuda del Chemin des Dames. De tarde en tarde la explosión de una bomba de mortero levanta un torbellino de humo silencioso.

El hombre de los rayos X

(Teología Sin Nombre me ha invitado a participar de su conocido blog. Aprovecho entonces para compartir con ustedes un artículo publicado allí.)

"El predicador le dijo al hombre de los ojos de rayos X: -¡Tu ves el pecado y el demonio! Pero el Señor nos ha dicho qué hacer con esto. Dice en Mateo Capitulo 5: Si tu ojo te hace pecar...¡arráncate los ojos!"

Como el pobre Dr. James Xavier (Ray Milland) en la famosa película, quienes pretendemos hacer teología nos vemos a veces sobrepasados por una sensación de estar "viendo demasiado", como si estuviésemos espiando realidades y situaciones que nos están vedadas. Nuestros ojos ven al mundo desde la teología y lo que esa teología descubre se transforma necesariamente en parte de nosotros, aún contra nuestra voluntad.

¡Dios es el dueño de la pelota!

Siempre que digo que soy Presbiteriano, inmediatamente mis interlocutores esbozan una sonrisa sarcástica y me vienen con la pregunta de siempre: ¿así que ustedes dicen que la salvación no se pierde? ¡Parece que a todos les gusta el tema!

Ahí mismo comienza el gran debate de ideas. Vemos todas las enseñanzas bíblicas al respecto. Me deleito en el conveniente plan de Romanos 8.28-30 y esgrimo mis conocimientos del texto juanino. Me pinchan con el tema de la predestinación y casi me eliminan del juego por el tema del libre albedrío. Por supuesto que luego del gran debate todo terminará siempre con la muestra de caridad cristiana que dice: "ustedes tienen sus doctrinas, yo tengo las mias, pero la cosa es que todos vamos a terminar en el mismo lugar". En términos futboleros, siempre hay empate. Teología pura, como verán.