El hombre de los rayos X

(Teología Sin Nombre me ha invitado a participar de su conocido blog. Aprovecho entonces para compartir con ustedes un artículo publicado allí.)

"El predicador le dijo al hombre de los ojos de rayos X: -¡Tu ves el pecado y el demonio! Pero el Señor nos ha dicho qué hacer con esto. Dice en Mateo Capitulo 5: Si tu ojo te hace pecar...¡arráncate los ojos!"

Como el pobre Dr. James Xavier (Ray Milland) en la famosa película, quienes pretendemos hacer teología nos vemos a veces sobrepasados por una sensación de estar "viendo demasiado", como si estuviésemos espiando realidades y situaciones que nos están vedadas. Nuestros ojos ven al mundo desde la teología y lo que esa teología descubre se transforma necesariamente en parte de nosotros, aún contra nuestra voluntad.

¡Dios es el dueño de la pelota!

Siempre que digo que soy Presbiteriano, inmediatamente mis interlocutores esbozan una sonrisa sarcástica y me vienen con la pregunta de siempre: ¿así que ustedes dicen que la salvación no se pierde? ¡Parece que a todos les gusta el tema!

Ahí mismo comienza el gran debate de ideas. Vemos todas las enseñanzas bíblicas al respecto. Me deleito en el conveniente plan de Romanos 8.28-30 y esgrimo mis conocimientos del texto juanino. Me pinchan con el tema de la predestinación y casi me eliminan del juego por el tema del libre albedrío. Por supuesto que luego del gran debate todo terminará siempre con la muestra de caridad cristiana que dice: "ustedes tienen sus doctrinas, yo tengo las mias, pero la cosa es que todos vamos a terminar en el mismo lugar". En términos futboleros, siempre hay empate. Teología pura, como verán.