Para estos tiempos de intolerancia

La definición misma de “tolerancia” nos llama a ser tolerantes con todos, aún con aquellos que son abiertamente intolerantes. Esto se debe a que la tolerancia es una manifestación positiva de la justicia, pues donde no existe la tolerancia, la justicia evidentemente no se encuentra presente.

La justicia es un valor determinado por el conjunto de la sociedad para “garantizar el bien común”, y por lo tanto, al tratar de teorizar sobre la justicia, lo que la sociedad hace es tratar de establecer límites definidos de aquello que considera “bueno” o “malo” para sus ciudadanos.

Esto contrasta con la posición cristiana que considera que el fin principal del hombre (y de su conjunto) es glorificar a Dios, por lo que los limites de la justicia están dados por todo aquello que cumple o no con tal propósito fundamental. Para los cristianos, el “bien común” es solo alcanzable en la medida que “la gloria de Dios” sea activamente perseguida.

El mejor regalo para vos

Para nosotros los creyentes, la Navidad siempre llega con el regalo más importante de todos: ¡Jesucristo!

La Biblia nos dice en Juan 3:16: "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna."

El regalo de Dios es este: Dios se hizo hombre en Jesús, quien a pesar de vivir una vida perfecta y sin pecado, se entregó a la voluntad de Dios Padre para morir en la Cruz por nuestra salvación.

De esta forma, la Navidad así como la Cruz, nos traen ambas la promesa de una vida eterna, por lo que nuestro horizonte futuro ya no está limitado por la muerte, sino que se extiende en el tiempo hacia la eternidad y nos da un sentido de trascendencia.