Familia, ¿donde estás?

Nuestra familia, y también la familia de la fe, tal como Dios las concibió, debe incluir solidariamente a todos aquellos hombres y mujeres que no ven cumplidas sus expectativas familiares o sus deseos de maternidad y paternidad.

¿Sabías que del 10 al 15% de las parejas en nuestro país tienen dificultades para concebir a sus hijos o hijas y que, por lo tanto, a tu alrededor hay matrimonios que ansían de todo corazón poder lograrlo y no pueden?

¿Cómo podemos incluir a quienes tienen este problema? En principio, no desconociendo que la realidad es mucho más amplia y más compleja que la que nosotros mismos vivimos. Una vez que la reconocemos, será imprescindible desterrar la indiferencia, el juicio y la crítica.

También, podemos comprometernos pensando creativamente cómo incluir a las personas que sufren –de las cuales nosotros mismos a veces formamos parte- a nuestra familia, la humana y la de Dios: la oración intercesora, el acercamiento sincero y respetuoso, el afecto expresado en las más variadas formas, las palabras amables, la ayuda práctica, y cualquier otro gesto que exprese amor y solidaridad.

Como una respuesta a la realidad cotidiana de estos matrimonios sin hijos, nació CAMINOS hace ya más de tres años.

¿Qué es CAMINOS? Es un grupo de ayuda mutua para matrimonios que anhelan ser padres y madres, pero que encuentran dificultades para lograrlo.
Nos desafía y a la vez nos anima esta promesa:

“Así dice el Señor, el que abrió un camino en el mar, una senda a través de las aguas impetuosas... ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados” (Isaías 43:16,19)

El objetivo del grupo, que se reúne generalmente en forma mensual, es que los matrimonios con dificultades en la concepción de su hijo, encuentren un espacio de contención y ayuda en el cual puedan compartir experiencias en relación a su situación de vida, recibir comprensión y aliento por parte de los otros integrantes, dar y recibir apoyo, durante el tránsito por los caminos de la paternidad/maternidad.

Una característica esencial de este grupo es que se desarrolla dentro de un marco cristiano, aunque su fin de ningún modo es proselitista y no excluye a nadie por sus creencias religiosas.
Los integrantes participan libre y voluntariamente compartiendo sus vivencias en torno a las dificultades que atraviesan, sus miedos y esperanzas. Algunas veces se ríe, otras se llora, pero siempre se sale fortalecido. Y con la pregunta: ¿cuándo nos volvemos a ver?

Si querés contactarte con el grupo, comunicate con: maria.elena@mamarian.com

(adaptado del texto que aparece en www.eireneargentina.com.ar recordando el Día de la Familia)

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