¡No nos olvidemos de anunciar!

La iglesia cristiana tiene un rol profético que se define por su capacidad de denunciar y anunciar. La iglesia debe ser libre para denunciar la injusticia y todo aquello que se opone a los valores del reino de Dios, pero a la vez, y como condición necesaria, también debe anunciar. El anuncio de la iglesia son las buenas nuevas de salvación. El anuncio debe siempre acompañar la denuncia. El profeta Miqueas es un buen ejemplo de esto.

El carácter profético de la iglesia se perfecciona en la revelación bíblica, y al denunciar y anunciar, quiere hacer renacer la esperanza pues un futuro de intimidad con Dios es siempre posible. Miqueas 7.9 dice “Entonces me sacará a la luz y gozaré de su salvación.”

Miqueas profetizó en medio del exilio, mostrándonos que a pesar de todo, siempre ha existido un remanente fiel que sería capaz de redescubrir las promesas del pacto de Jehová. La iglesia, al reconocer el poder de Jehová en la realización de su reino, recibe el poder y autoridad para destruir la guerra y la idolatría (Miqueas 5.9-14).

Este remanente fiel, como testigo del Dios verdadero, se transformará en la plenitud de las promesas de paz y vida para todos.

Miqueas 6.8 nos dice: “¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

Jehová reclama entonces a su iglesia que camine una vida nueva que refleje su propia justicia, y que ame la misericordia. Esto en definitiva es ser coherente con el comportamiento del Dios del pacto. Dios es el juez verdadero que nos invita a sujetarnos a su concepto del derecho (mishpa).

En Jesucristo encontramos toda fuente de paz, justicia y equidad, pues él ha venido para anunciarnos la verdad en amor, para mostrarnos el reino de verdad y para invitarnos a entrar a su reino. Jesucristo no ha venido para guiarnos hacia el juicio y la destrucción, sino para guiarnos al amor y la salvación.

La esperanza para la iglesia está en Jesucristo y su reino del aquí y ahora.

Autor: Martin Scharenberg

3 comentarios:

  1. Muy bueno Martín! yo agregaría demás de la denuncia y el anuncio, el caminar ambos mensajes ya que en si mismos carecen de sentido si no están acompañados del contenido que le da la practica de ambos. La denuncia en la practica de la restauración de eso que se denuncia y en el anuncio en la instauración de eso que se anuncia.

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  2. ¡Cuanta razón tenés! En alguna medida, todos nosotros, liberales y evangelicos, estamos en falta.

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